
Patricio Levin profesor que educa a nuevas generaciones en lengua de señas
Patricio es sordo. Pero eso no fue una limitación. Él logró desarrollarse estudiando pedagogía y titulándose como profesor de Educación General Básica. Hoy forma parte del cuerpo docente de la Escuela Especial Santiago Apóstol.

Patricio Levin es profesor de cuarto básico en la Escuela Especial Santiago Apóstol. Pero mucho antes de enseñar ahí, fue estudiante de esa misma escuela. Conoce sus salas, sus patios, su historia. La suya propia está entrelazada con la del establecimiento, que ha sido para él un lugar de acogida, aprendizaje y desarrollo.
Su sordera no fue una limitación. El logró desarrollarse estudiando pedagogía y titulándose como profesor de Educación General Básica. Cada día, al ingresar a su sala, no solo enseña contenidos, sino también transmite un mensaje potente: ser sordo es parte de una identidad que merece ser reconocida y valorada.
“Trabajo con niños de cuarto básico y es muy bueno, porque para ellos soy un modelo lingüístico. Construyen una identidad sorda que les ayude a cambiar su futuro”, explica el docente.
Su historia comenzó cuando tenía apenas dos años. Sus padres, en búsqueda de una escuela adecuada para él y su hermano mayor —también sordo— llegaron a Santiago Apóstol, donde fue su casa donde aprendió las primeras palabras y herramientas para abrirse camino. Años después, ya en enseñanza media, Patricio pasó a una escuela de integración, donde vivió una experiencia diferente: “Si bien había accesibilidad y podía aprender, era mucha información distinta que se recibía al mismo tiempo… pero había apoyo”, recuerda.
Terminada la secundaria, estudió técnico en educación especial en la Universidad Santo Tomás. Su práctica la hizo en la misma escuela donde había sido alumno. Comenzó a trabajar como técnico, y luego decidió seguir estudiando para convertirse en profesor. “Era el sueño que tenía cuando era chico”, dice.
En la Escuela Santiago Apóstol, Patricio forma parte del cuerpo docente y se ha consolidado como un referente en educación especial con un enfoque bilingüe intercultural. La escuela promueve la Lengua de Señas Chilena (LSCh) como primera lengua y el español escrito como segunda, reconociendo la identidad sorda como parte de una minoría cultural y lingüística.
En ese contexto, el rol de Patricio es fundamental. Su experiencia personal lo convierte en un guía para sus estudiantes, quienes ven en él una posibilidad concreta de futuro.
“Soy una persona sorda, profesor de lengua de señas y profesor de educación básica general. El sueño que le quiero transmitir a mis estudiantes, es ser un modelo lingüístico, que ellos me vean como un referente de lo que puedan lograr», comenta Patricio.
Y en esa frase, hay una lección que trasciende el currículum: la importancia de creer en uno mismo, de tener referentes reales y de contar con una comunidad educativa que abrace la diversidad y fomente el desarrollo de todos sus estudiantes.