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En junio se publicó el libro «Violencia en Chile. La fragilidad del orden social». Es una investigación profunda llevada a cabo por el Centro de Estudios Públicos (CEP) que habla sobre las causas y consecuencias de la irrupción de la violencia en distintos espacios sociales a través de las décadas recientes. Uno de sus capítulos, profundiza en el bullying y la victimización de los estudiantes en Chile.

En el marco de la nueva publicación «Violencia en Chile. La fragilidad del orden social» y su capítulo en específico sobre el bullying y la victimización escolar, Sebastián Izquierdo y Gabriel Ugarte, ambos investigadores de CEP, revelaron conclusiones que ayudarán a orientar el trabajo del SLEP Santiago Centro.

Usaron datos concretos de la realidad que viven miles de niñas, niños y adolescentes. En esta reunión con SLEP Santiago Centro, el equipo del CEP compartió sus reflexiones sobre la necesidad de una cultura de clima escolar robusta gracias a la prevención de la violencia desde edades tempranas.

Además, Sebastián Izquierdo, investigador y coordinador académico del CEP, compartió su experiencia como ex Superintendente de Educación y secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación. Su opinión sobre la implementación de los SLEP resulta fundamental para identificar problemas y soluciones. «Una de nuestras propuestas era que los SLEP no podían partir con tan poca anticipación. Nos alegra que SLEP Santiago Centro ya esté pensando en el traspaso», dijo.

Para articular la estrategia de la Unidad de Acompañamiento Técnico Pedagógica (UATP) y entender los desafíos de una realidad de violencia escolar en aumento, el equipo del SLEP Santiago Centro liderado por la directora ejecutiva Paulina Retamales se reunió con los investigadores Sebastián Izquierdo y Gabriel Ugarte.

«Si uno pone el foco en la academia, casi automáticamente va a mejorar el tema de la convivencia”

El estudio se realizó observando los resultados del SIMCE y el desagregado de las preguntas en «Desarrollo Personal» para entender cuáles son los factores que inciden en la victimización de las y los estudiantes.

«Nos interesa saber cómo levantaron desde el SIMCE toda una línea de investigación y de análisis en torno a la violencia escolar«, dijo la directora ejecutiva Paulina Retamales. «Nuestro foco está en mirar la oferta educativa, potenciar los procesos de aprendizaje, trabajar la formación integral de los estudiantes y el desarrollo profesional docente y de asistentes de la educación».

«Para poder trabajar todo esto, tenemos que hacernos cargo de lo que está ocurriendo en el contexto educativo en la comuna», continuó. «Tiene que ver con situaciones de convivencia escolar y que llegan incluso a casos de violencia pública. Tenemos la responsabilidad de articular a toda la comunidad desde el servicio para asegurar la seguridad. Nuestro foco son los procesos pedagógicos, sí, pero no podemos quedarnos ajenos a esta realidad que les afecta».   

La pregunta que se hicieron los investigadores del CEP para realizar el estudio fue: «¿Nos dedicamos al SIMCE o nos dedicamos a la convivencia?«. Sebastián Izquierdo, enfatizó en que hay parte de la literatura internacional que dice que «si uno pone el foco en la academia, casi automáticamente va a mejorar el tema de la convivencia«.

Pero una de esas dos direcciones es, según el estudio, contra intuitivamente, más fuerte. «Si uno mejora la academia o los resultados SIMCE, va a mejorar con mayor fuerza la convivencia. La conclusión es, que hay que poner el foco en los aprendizajes si uno quiere mejorar la convivencia. Hay que tratarlos de manera complementaria».

Prevenir para mejorar el clima escolar

Gabriel Ugarte, investigador del CEP, explicó los resultados obtenidos a través de encuestas que se hicieron a los alumnos que reportan victimización y también a los docentes. Cerca del 44% de los estudiantes de 2do medio encuestados, reportaron victimización frecuente.

«Hay factores que es imposible cambiar: el sexo del alumno está relacionado, el nivel socioeconómico. Pero lo que encontramos, es que uno de los mayores predictores era el clima escolar. Cómo los alumnos reportan que son apoyados por los adultos, el sentimiento de pertenencia al colegio, son claves al momento de explicar hasta un menor nivel de victimización en los alumnos», dijo Gabriel Ugarte.

El tema del nivel socioeconómico es interesante. «Fuimos a mirar a los niños de 2do medio, pero primero, miramos sus SIMCE en 4to básico. Queríamos separar a los niños que hoy están reportando que son victimizados, de aquellos que recién están partiendo y que responden que constantemente viven victimización. Hay que recordar que ser victimizado previamente es un factor para ser victimizado en la actualidad». 

Lo que les llamó la atención, fue que, si se logra controlar la victimización previa (en niveles básicos por ejemplo), el nivel socioeconómico del establecimiento ya no importa tanto para definir si hay más o menos niños ejerciendo violencia. «No hay tanta diferencia entre un establecimiento de nivel socioeconómico medio-alto y medio-bajo. Lo que se ve que en los de medio-bajo, es que los alumnos que han sido previamente victimizados, están llegando en mayor medida. Eso es lo que implica la diferencia», agregó Gabriel Ugarte.

Propuestas del CEP para fortalecer la arquitectura y gobernanza de la Nueva Educación Pública

Sebastián Izquierdo profundizó en el documento publicado en noviembre de 2024, «Propuestas del CEP para fortalecer la arquitectura y gobernanza de la Nueva Educación Pública». Una de las propuestas iniciales tiene que ver con los reglamentos internos de cada establecimiento.

«Se puede jugar un rol relevante para que en el proceso de traspaso, esté la observación de los reglamentos internos de las escuelas y liceos para actualizarlos», dijo el investigador.

Otra de las propuestas era que los SLEP no podían partir con tan poca anticipación. «Nos alegra que SLEP Santiago Centro ya esté pensando en el traspaso. Antes era tres meses antes y ¿qué pasaba? Todo se centraba en lo administrativo y no había tiempo para pensar en lo pedagógico», concluyó Sebastián Izquierdo.

Así, desde el área académica se reconoció el trabajo que se está realizando desde principios de año para preparar el servicio para cumplir con su rol de sostenedor desde el 1 de enero de 2026.