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Martina Carvajal (17) y Saraluna Araya (17) están sentadas en la sala principal de la «Ruta Javierina» del Liceo 1 Javiera Carrera. Consiste en una serie de espacios que preservan la historia del establecimiento desde 1894. Están hablando de la cantidad gigantesca de libros de clases, fotografías, documentos, testimonios orales y objetos que archivan en estas salas. La mayoría, han sido donados por exalumnas.

De hecho, cuando se les pregunta si alguna vez han podido probarse alguno de los uniformes que llegan a menudo, ambas exclaman que sí con mucha emoción. No se probaron cualquier uniforme. Fue el de la generación de la Presidenta Michelle Bachelet, alumna emblemática del Liceo 1 Javiera Carrera.

«Nos hemos puesto los uniformes para presentarlos en las rutas que hemos realizado», dice Martina Carvajal. Desde que entró al Liceo 1 en 7mo básico, piensa en quienes la antecedieron en este lugar. «Mi pensamiento más intrusivo de niña pequeña era que Michelle Bachelet había estudiado en las mismas salas que yo. Es impresionante pensar en que por las salas donde yo estudio, estudiaron millones con distintas historias», agrega.

Ese es el espíritu del Taller de Patrimonios del Liceo 1 Javiera Carrera. El taller se trata de rescatar testimonios orales y no necesariamente está centrado solo en lo material. La mayor parte de la información inmaterial, la recolectan a partir de testimonios de las mujeres que pasaron por estas salas antes que ellas. «Ellas literalmente nos ayudan a construir el archivo», cuenta Saraluna Araya.

El Taller de Patrimonios comenzó en el 2014, para la conmemoración de los 120 años del establecimiento. En el año 2015, se empezó la reconstrucción completa del archivo que estaba en una bodega. Fotografías, medallas, documentos de promoción, uniformes son parte de las cosas materiales que han logrado obtener gracias a las exalumnas. Pero, son las historias que registran en transcripciones de entrevistas y grabaciones lo que más le hace sentido a ambas estudiantes.

Martina Carvajal entró al Liceo 1 Javiera Carrera porque su hermana también estudió aquí. «Se habla mucho de que una empieza a ser javierina una vez que pisa el establecimiento. Y lo es, hasta que muere. Creo que eso, al dar una prueba y quedar, me motivó a seguir estudiando«, cuenta. Después de la pandemia, tuvo que ir a Chillán en representación del Liceo 1. Su profesora Lidia Rivera, que es una de las profesoras del taller además de Catalina Padilla, la empezó a introducir al tema de los archivos para que fuese preparada. Ahí, la invitaron a unirse al taller.

«Yo dije que sí al tiro. Me encantó la labor de trabajar con los archivos, sobre todo por poder conocer la historia de las alumnas que han pasado por aquí. Es realmente impactante. Ver cada registro de notas, cada anotación, cada dirección, es un mundo increíble«, cuenta hoy.

Mientras que Saraluna Araya, entró en 1ro medio al establecimiento. Su madre había pasado por ahí, pero nunca tuvo la noción de lo emblemático del Liceo 1. «Solo sabía que los años en los que mi mamá estudio en el liceo, habían sido los mejores de su vida, por lo que me contaba». Cuando entró, asistió a la feria de talleres que se hace cada abril. Vio el stand del Taller de Patrimonios y se dijo a sí misma: ‘¿Por qué no?’.

«Este taller me hizo sentirme perteneciente al liceo. No solo por conocer su historia, sino porque las profes te dicen: ‘¡Tú puedes!’, todo el tiempo. Es algo que te hace encantarte con la educación», relata hoy. Incluso, Saraluna especifica como esta experiencia le cambió la vida.

«El taller me ha cambiado la vida. No solo te entrega esa pertenencia y amor por la historia. También ese amor por levantarte todos los días. El jueves tenemos jornada de mañana y de tarde y hacemos mil y una actividades. Los sábados y los domingos también».

«Es esa motivación de levantarte a las cinco de la mañana a hacer una presentación o un viaje porque es lo que te gusta», cuenta la estudiante del 3ro medio H.

Ambas, cuentan que les gustaría seguir el camino de lo social y las historias cuando entren a la educación superior. Pero de distinta manera. Martina Carvajal, que hoy cursa el 4to medio P, quiere estudiar Derecho en la Universidad de Chile. «Quiero pasar de un establecimiento histórico a otro», dice. Saraluna Araya, también ha pensado en estudiar Derecho, pero no ha dejado de pensar en cómo le gustaría estudiar Historia en la Universidad Católica. «El sueño de toda persona que está en patrimonios o en algún taller relacionado a la historia es estudiar Historia«, agrega. Mientras, muestra las fotografías que están exhibiendo en una de las salas de la Ruta Javierina para este registro.

Estudiantes vistiendo los uniformes del Liceo 1 Javiera Carrera Taller de Patrimonios 1
las estudiantes del taller de patrimonios del liceo 1 javiera carrera, con uniformes de distintas generaciones. el de más a la derecha, es el que usaba la generación de la presidenta michelle bachelet cuando estudió en la década de los ’60.

«Las y los profesores del Liceo 1 son el ejemplo de la palabra “vocación” para nosotras»

De generación en generación. Eso es lo que ambas estudiantes recuerdan todo el tiempo mientras cuentan su historia. Que el amor por la historia del establecimiento se vaya traspasando humanamente, de boca en boca. Por eso, el hecho de tener profesoras que han sido exalumnas las ha impactado tanto.

«Es que los profesores de historia y todos los profes que nos han tocado en el Liceo 1 son el ejemplo de la palabra “vocación”. Muchas de nuestras profesoras son exalumnas. Todos nos hacen sentir que este es nuestro liceo, como que de verdad pertenecemos aquí», dice Saraluna Araya.

Los aprendizajes que les ha entregado la labor docente de las profesoras Catalina Padilla y Lidia Rivera, según ellas mismas relatan, han permeado todas los aspectos de sus vidas. «Son muchos aspectos técnicos que nos han enseñado las profes para explayarse, hilar bien las ideas y trabajar con material de investigación pesado y transmitirlo», dice Martina Carvajal. «Más en lo emocional, es un orgullo representar a la institución. Nos vamos a regiones representando al liceo como un colectivo y con la insignia en alto«.

«A mí el taller me ha ayudado a expresarme frente a las personas, a mejorar el léxico», agrega Saraluna Araya. Cuenta que la primera vez que me tocó hacer una presentación para el taller, la profesora la mandó a una rueda de prensa. «Yo ese día estaba un poco resfriada, pero le dije que igual lo iba a hacer. Ella me pasó un cortaviento, me abrigó y apoyó en mi decisión de ir igual. Fue una sensación de adrenalina increíble».

Cuidar la historia es un trabajo en equipo

En el año 2015 se empezó la reconstrucción completa del archivo que estaba en una bodega. Hay un 80% de los libros que están en buen estado, pero hay un 20% que por las condiciones de humedad se ha ido deteriorando, según cuentan ambas estudiantes.

Liceo 1 Javiera Carrera Taller de Patrimonios foto antigua
Fotografía de las estudiantes del liceo 1 javiera carrera en la época en que se llamaba «instituto de Señoritas de Santiago».

Hasta el momento, no tienen un catálogo general. Antes, tampoco tenían un orden principal. Saraluna Araya cuenta que «sabían qué cosas teníamos. Pero no donde estaban y cuántas eran específicamente». Desde este año, con los pasantes de la Universidad Alberto Hurtado y la Universidad Católica, están logrando ordenar todas las cosas. «Nos ayudan a responder quién, cuándo, dónde y todas esas respuestas que necesitamos», agrega Saraluna.

«Somos muchas, tenemos muchas cosas, pero tenemos un espacio muy acotado», complementa Martina Carvajal. «También hay condiciones de infraestructura que nos gustaría que el Servicio Local pueda revisar y mejorar. Muchas veces por la lluvia se han mojado archivos con los que hemos tenido que trabajar después. Incluso, tenemos una gotera afuera del archivo».

«Tenemos mucho potencial, pero necesitamos ayuda«, enfatiza Martina.

Para el SLEP Santiago Centro, conocer de manera anticipada la realidad de los espacios y la infraestructura donde los estudiantes de los establecimientos de Santiago Centro, ha sido fundamental para construir un plan estratégico con tiempo. El 1 de enero de 2026 comenzará la administración.

Para ese entonces, ya se habrá recabado la información de todas las escuelas y liceos. Y también se habrán conocido historias como la del Taller de Patrimonios del Liceo 1 Javiera Carrera. La misión, es comenzar lo más preparados posible para que llegado el momento, se puedan ofrecer soluciones que han sido conversadas y compartidas con las comunidades educativas. La participación, es uno de los ejes principales que quiere implementar esta gestión.