
Liceos de Aplicación e Isaura Dinator fueron reconocidos como monumentos nacionales
Esta distinción, de monumentos nacionales, otorgada por el Consejo de Monumentos Nacionales, reconoce el valor histórico, arquitectónico y educativo de ambos establecimientos, que han sido pilares en la formación de generaciones de estudiantes. La sesión estuvo dirigida por la subsecretaria de Patrimonio Cultural y presidenta del Consejo, Carolina Pérez.
Ambos liceos quedan protegidos por la ley y podrán conservar su patrimonio arquitectónico e histórico para las futuras generaciones, reafirmando la importancia de proteger y valorar los espacios educativos que forman parte de la memoria colectiva de nuestra ciudad. Esto significa que sus bienes muebles e inmuebles serán protegidos por el Estado y tendrán la oportunidad de acceder a proyectos de mantención y restauración.
“Como Servicio Local de Educación Pública estamos muy contentos por la invitación y por poder participar de la instancia. Reconocemos el valor histórico y patrimonial así como la educación de excelencia de ambos establecimientos. Como futuros sostenedores, estaremos trabajando en e fortalecimiento de la educación pública y la preciosa infraestructura de estos liceos”, indicó Camila Alves, coordinadora de Infraestructura y Mantenimiento del SLEP Santiago Centro.






Liceo Isaura Dinator lo logra después de 10 años
Desde el año 2015, las solicitantes Laura Escobar -ex estudiante del Liceo Isaura Dinator- y Rosario Carvajal -concejala- sometieron la solicitud para que el Liceo 4° obtuviese el reconocimiento. Pasaron 10 años para que el consejo sesionara y considerara la posibilidad de darle el título de monumento nacional al edificio. Además, de la colección de museo de elementos de laboratorio para la enseñanza que datan de 1920 en adelante.
El actual Liceo Isaura Dinator nace en 1890 nace el 11 de febrero de 1896 como el Liceo de Niñas de Santiago Nº2. En el año 1954, se ubica en su actual dirección, Matucana 73 y desde ese momento lleva el nombre de “Isaura Dinator de Guzmán». Una de las pocas directoras que tiene ese honor en vida.
Laura Escobar egresó del Liceo Isaura Dinator en 1979. Su relato estuvo lleno de emoción y recuerdos. «Fueron tiempos difíciles en el país, pero el liceo era como un jardín. Donde podíamos crear, formarnos, compartir y estábamos seguras», dijo en su intervención.
«Espero que mis nietas y nietos y todo lo que venga, puedan decir que están estudiando en un edificio que tiene mucho más que una estructura sólida. Es uno que hizo historia, que integró a la mujer con voz y voto, en el mundo social, académico y en sus derechos. Y que hoy, también está integrando a las diversidades», agregó.
Mientras que la directora, Antonia Aramayo, expresó con seguridad que cree que las isaurinas «merecen ser Monumento Nacional y participar de las ventajas y bondades que eso pueda otorgarle a nuestra comunidad. Esto le da visibilidad y prestancia al liceo y lo volvería a posicionar en primer pie como un establecimiento hecho por y para mujeres».
También participaron las estudiantes de la Secretaría de Patrimonio. Martina Kunstman habló en representación de todas.
«Lo más importante a destacar de nuestro liceo y de la Secretaría de Patrimonio es el poder que se nos da para transmitir y educar a las comunidades sobre lo que nos mueve como estudiantes. Desde la pasión y amor que tenemos por la historia y el legado del liceo. A mí personalmente, el liceo y la secretaría me ha inspirado y me ha dado un espacio donde puedo ser yo misma», dijo.
«Es importante recuperar la esencia isaurina. Esto no se trata de una obligación, es tiempo y dedicación estar aquí defendiendo nuestro patrimonio. Para nosotros sería un honor poder decir a viva voz que nuestro liceo es Monumento Nacional», concluyó.


Liceo de Aplicación y su patrimonio edificado
El caso del Liceo de Aplicación, fundado en 1892 por su primer rector alemán Jorge Schneider, era en ese entonces un anexo del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Al liceo, iban los estudiantes de Pedagogía y los titulados a «aplicar» lo aprendido.
El edificio pasó por un derrumbe en 2008, fecha en el que se calló el techo del tunel que conectaba los edificios de Ricardo Cumming 21 y 29. Después de eso, el liceo se volvió a inaugurar en 2011. Desde entonces, Cumming 29 ha recibido varias remodelaciones, agregando una cancha-gimnasio techado, salas de clases y hoy, la restauración del auditorio que se llovió durante los temporales del año pasado, quedando inhabilitado.
Además, la sala de archivos sufrió un incendio en 2023 y fue la misma comunidad educativa la que acudió a levantar los libros y archivos de entre las cenizas.
El patrimonio del edificio está resguardado por el Taller de Patrimonio, donde casi 50 estudiantes manejan el archivo, los muebles, bienes, fotografías y tesoros del Liceo de Aplicación. Fueron los mismos estudiantes los que ingresaron la solicitud en el año 2024, la cual fue evaluada rápidamente para pasar a discusión en la sesión ordinaria del Consejo De Monumentos Nacionales.
Además, el Taller de Patrimonio del liceo ha hecho un importante trabajo en torno a la memoria. Los estudiantes han realizado investigaciones sobre los detenidos desaparecidos durante la dictadura y con ello, han preservado intacto un mural que ilustra sus caras en pleno patio.
«Cuando supe que tendría la oportunidad de hablar aquí, al principio no se me ocurría que decir. No porque haya escasa materia sobre la que dirigirme, sino que hay demasiada. Cuando pisé por primera vez el Liceo de Aplicación fue en 2020. Yo iba en 5to básico y mi hermano entró. Asistí a una de sus ceremonias y me enamoré a primera vista de sus muros y su arquitectura. Fue algo precioso», cuenta Matías Arredondo, uno de los estudiantes del Taller de Patrimonio.
«El Liceo de Aplicación es un pilar de la educación pública chilena. Un corazón que late con fuerza cada día. Todos nosotros estamos siendo testigos de ello. Declararlo Monumento Histórico es proteger un legado que le pertenece a todo Chile», agregó.





Rosario Carvajal, concejala que aparece como solicitante para ambos liceos, habló para el Liceo de Aplicación. «Así como el año pasado declaramos al INBA como patrimonio nacional del Barrio Yungay, para nosotros esta solicitud es parte de un proceso que lleva 20 años», dijo, refiriéndose a los esfuerzos de la comunidad de Yungay en Santiago Centro, por nombrar a los edificios del barrio Monumento Nacional.
Hugo Césped, director del Liceo de Aplicación, se sumó a las palabras diciendo que «es importante que se reconozca lo que el liceo ha sido para la educación pública del país. Se agradece que empecemos a visibilizar lo que se hace en las comunidades educativas y no solamente lo que aparece en la prensa».
Después de la conversación, el Consejo tardó 20 minutos en deliberar. La respuesta llegó cargada de emoción y lágrimas de los solicitantes y estudiantes. Ambos liceos fueron nombrados Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico.
La subsecretaria de Patrimonio y presidenta del Consejo, Carolina Pérez, se mostró disponible y dispuesta para el trabajo en conjunto con el SLEP Santiago Centro por la manutención y restauración de los edificios y bienes.
«Nos ponemos a completa disposición para pemsar en cómo los proyectos pueden contar con autorizaciones previas y se puede trabajar en planes de gestión patrimonial para preservar el valor histórico y de patrimonio de estos liceos», concluyó.
Mira el video donde mostramos el patrimonio y los establecimientos aquí.
Puedes ver la sesión completa aquí.