El 55% de los 43 establecimientos educacionales públicos de la comuna de Santiago tiene más de 100 años, siendo los más antiguos del país. Varias de sus escuelas y liceos datan de inicios del siglo XX e incluso del siglo XIX, lo que les otorga un valor histórico, patrimonial y cultural indiscutible.

Sin embargo, la antigüedad de sus edificios plantea también grandes desafíos en materia de infraestructura y mantenimiento, especialmente frente a las demandas de la educación actual.

“Su recuperación requiere inversión sostenida, planificación gradual y coordinación interinstitucional, pero también representa una oportunidad para revalorizar el patrimonio educativo, mejorar las condiciones de enseñanza-aprendizaje y fortalecer la confianza de las familias en la educación pública de la comuna”, indica la directora ejecutiva del Servicio Local de Educación Pública (SLEP) Santiago Centro, Paulina Retamales, entidad que a partir de enero del 2026 administrará 43 establecimientos educacionales públicos de la comuna de Santiago.

Implicancias y desafíos

La antigüedad de las edificaciones tiene algunas implicancias que se deben considerar:

Deterioro estructural: La vida útil de muchos de estos edificios ha sido sobrepasada, lo que genera daños en techumbres, pisos, redes eléctricas y sanitarias.

Obsolescencia funcional: Los diseños originales no responden a los requerimientos pedagógicos actuales, como la Jornada Escolar Completa (JEC), salas para el Programa de Integración Escolar (PIE), laboratorios de ciencias, espacios deportivos o conectividad digital.

Riesgos de seguridad: La antigüedad incrementa la exposición a riesgos eléctricos, filtraciones y deficiencias en accesibilidad universal, lo que exige una constante vigilancia y planes de mitigación.

Valor patrimonial: Muchos recintos poseen un valor histórico que limita intervenciones profundas, obligando a buscar soluciones que equilibren la conservación patrimonial con la funcionalidad educativa.

Plan de infraestructura 2026-2031

La directora ejecutiva del SLEP Santiago Centro explica que frente a esta situación el servicio está trabajando en la elaboración de un Plan de Infraestructura y Mantenimiento 2026-2031 que implica una recuperación progresiva de estos espacios.

“Dado el gran volumen de establecimientos y la magnitud de las intervenciones necesarias impiden soluciones inmediatas; se requiere un plan gradual, priorizado y con criterios de seguridad y urgencia, para lo cual queremos convocar la participación de las comunidades educativas, a través de los Consejos Escolares, para identificar las necesidades más urgentes y priorizar las obras”.

Añade que el financiamiento que se requiere para la mantención y recuperación de los edificios obliga a gestionar recursos adicionales a los presupuestos regulares. “Los recursos destinados a infraestructura son limitados frente a las necesidades que presentan los establecimientos. Esto nos obliga a gestionar financiamiento adicional, implementar un plan de inversión progresivo y explorar alianzas público-privadas que permitan dar una mejor respuesta a las comunidades educativas”, indica Paulina Retamales.

La directora ejecutiva del SLEP enfatiza que el objetivo es avanzar hacia una infraestructura moderna, orientada a la creación de ambientes educativos innovadores. Esto supone contar con espacios flexibles, capaces de adaptarse a distintas metodologías de enseñanza, con mobiliario versátil que permita múltiples configuraciones, integración tecnológica y áreas de colaboración.

Establecimientos con más de 100 años desde su fundación