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La profesora lleva adelante una de las tareas más importantes en la Escuela Piloto Pardo: la Unidad Técnico-Pedagógica.

María Paz Silva, quien lleva cerca de 30 años en el establecimiento, es quien coordina y guía el trabajo pedagógico de la escuela. Desde la planificación de clases hasta el acompañamiento a los docentes, su mirada está siempre puesta en un objetivo claro: que cada estudiante aprenda de manera integral y tenga una experiencia educativa significativa.

Su trabajo implica coordinar la planificación pedagógica, guiar a los equipos docentes, liderar reuniones técnicas, promover prácticas innovadoras, hacer seguimiento a los aprendizajes y generar espacios de formación. Todo esto con un objetivo claro: que cada estudiante tenga una experiencia educativa significativa.

“Mi trabajo es velar por que cada estudiante adquiera los aprendizajes en forma integral. Pero también es acompañar a los docentes en su labor diaria”, nos explica.

La jefatura de UTP es, en muchos sentidos, el corazón pedagógico de una escuela. Desde este rol se impulsa la mejora continua, se reflexiona sobre los resultados de aprendizaje, se promueve el trabajo colaborativo y se construyen comunidades educativas más cohesionadas y comprometidas con su misión.

Es por ello, que en la Ley 21.040 que crea los Servicio Locales de Educación Pública, se fortalece esta área, creando la Unidad de Apoyo Técnico-Pedagógico, precisamente para acompañar a los equipos en este trabajo.