
Rafaela Pérez del Liceo 1 viaja a la Expo Osaka: «Es una oportunidad para decirle a Chile que la educación pública no está muerta»
La estudiante del 3°N del Liceo 1 Javiera Carrera fue la única seleccionada de la educación pública en una delegación de 6 estudiantes que viajaron a Osaka, Japón, a representar a Chile. El encuentro se llama «Expo Osaka: Intercambio Cultural 2025» y se está realizando hasta el 26 de julio. La idea, es crear un juego que resuelva la problemática social de salvar vidas a través de la prevención. Rafaela Pérez viajó acompañada por 5 estudiantes más y el equipo del Museo Interactivo Mirador (MIM) y ProChile. Ser seleccionada, fue un desafío casi imposible para la estudiante. Aquí, su historia.
«Creo firmemente que este viaje, es una oportunidad para decirle a Chile que la educación pública no está muerta. Sigue viva en cada estudiante que, con esfuerzo y sueños grandes, demuestra que la calidad educativa no debería depender de la capacidad de pago de una familia. Sino del derecho a aprender y desarrollarse plenamente».
Así comenzaba el correo electrónico que Rafaela Pérez (16) le envió a la directora del Liceo 1, Edith Saavedra, a principios de mes. Escribió para contarle que el 15 de julio viajaría a representar a Chile en la Expo Osaka 2025. Ella fue la única estudiante de la educación pública seleccionada junto a otros 6 estudiantes de la educación particular privada.
«Le escribí a la directora para decirle que la educación pública no está muerta y que deberían sacar a relucir esto que está pasando. No para desmeritar a los estudiantes de colegios particulares, pero sí para difundir que la educación pública también está en el mismo nivel», cuenta hoy mientras está sentada en una de las salas del liceo. Falta un día para que tome un vuelo de 18 horas y tres escalas para llegar a Japón.
Rafaela Pérez entró al Liceo 1 en el año 2023. Realizó sus estudios hasta 8vo básico en la escuela en la comuna de Santiago, aunque ella y su hermano -que asiste al Instituto Nacional-, viven en Quinta Normal. Entre las 10 preferencias de postulación, Rafaela había escogido establecimientos como el Instituto Nacional, el Liceo Carmela Carvajal y el Liceo Tajamar primero. No conocía nada sobre el Liceo 1 Javiera Carrera.
«Tenía el prejuicio de que estaba en malas condiciones», recuerda. También recuerda que cuando quedó, le fue difícil aceptarlo, porque sus expectativas eran otras. Pero a medida en que empezó a pasar el tiempo, Rafaela descubrió sobre la oferta académica y extra-programática del Liceo emblemático. «El Liceo ha cambiado, ha mejorado», dice.
Se inscribió para ser presidenta del TRICEL que se encargaba de las votaciones y conoció la vida pública y política que había en el liceo. Después, se inscribió en el Taller de Patrimonios. Historia era su curso favorito y le llamaba la atención el peso de la historia del Liceo 1. «Fue el valor histórico lo que me convenció. Es un nombre estar aquí y eso también hace que me guste el Liceo», cuenta.
A pesar de que siempre ha tenido iniciativa Rafaela cuenta que fue aquí donde tomó iniciativas que hoy la hacen ser quien es. «Me meto a talleres de manera espontánea como escuelas de invierno, charlas y actividades», dice. Eso, fue lo que ella siente que convenció a la comisión del Museo Interactivo Mirador y ProChile para seleccionarla como representante chilena en la Expo Osaka. Pero no fue fácil.

A un video de distancia de la Expo Osaka
Rafaela Pérez empezó a seguir en Instagram a loa Expo Osaka en mayo porque su hermana estaba en Japón. Había conseguido un puesto en el programa «Work and Holiday» y un trabajo en la exposición de carácter mundial. «Yo miraba sus fotos a través de la cuenta de la Expo. En esa misma época, Instagram me recomendó que siguiera la cuente del Museo Interactivo Mirador (MIM)», relata. Un día, apareció la convocatoria en ambos perfiles: «Expo Osaka: Intercambio Cultural 2025».
Pensó que todo estaba conectado. Su hermana, su ganas por viajar, su entusiasmo por participar y el hecho de que ya había integrado dos instancias en exposiciones para plantear soluciones a problemáticas sociales. La primera fue «Hagamos una Expo» del Museo Histórico Nacional y la segunda, «Ciudad de las Mujeres», del Consejo de Monumentos Nacionales.
En esta oportunidad, el MIM y ProChile invitaban a postular a estudiantes para viajar a Osaka, Japón, y representar a Chile en la misión de crear un juego de mesa que planteara soluciones sociales y colaborativas. Chile participa de la Expo Osaka con distintos pabellones que se conectan con un tema general: «Salvar vidas». Cada país tiene un sub-tema. Por ejemplo, Japón tiene el de “Baja Natalidad”. Chile, tiene el de la “Prevención”.
«La idea es crear un juego de mesa sobre la prevención de, por ejemplo, salvar vidas ante desastres naturales. Tiene que ser un juego universal, cosa que todos nos entendamos al jugarlo, no importa si eres de China, África o Chile. La misión, es lograr el intercambio con los niños japoneses y entendernos a través del juego, porque con el idioma, no va a ser muy fácil», cuenta Rafaela.
Las bases del concurso pedían un nivel alto de inglés y pasaporte. Rafaela se defendía en inglés, pero pasaporte no tenía. Pidió hora para sacarlo lo antes posible en el único lugar que había disponible: Curacaví.
«Ese mismo día, también me conseguí los distintos documentos que pedían. La carta del profesor, del establecimiento, la autorización notarial y los permisos para salir del país. Ese último no lo necesitaba aún porque no había sido seleccionada, pero mis papás estaban tan seguros de que iba a quedar, que lo sacaron igual».
Grabó su video motivacional contando su sueño de conocer Japón y por qué ella creía que podía aportar en la misión planteada para la Expo Osaka. Intentó subir todo lo que solicitaban a la página web de la postulación. Pero ésta, presentaba errores para cargar todos los documentos y material. Hasta que lo logró.
«Les mandé un correo peguntando si todo estaba en orden con mi postulación, porque la página estaba media caída. Eso fue cinco días antes de que cerraran la convocatoria. Media hora antes de que se cerrara el proceso, aún no me habían respondido. Al otro día, me respondieron. ‘Tu postulación ha quedado inadmisible’, decía el mensaje.
Me puse a llorar. Mi papá leyó el correo y decía que ‘no había mandado el video de postulación’. Traté de contactarme con ellos para ver una solución. Me dijeron fue que esto, no era apelable».
Con el peso y la pena de que el material no hubiese llegado, Rafaela se levantó. Tomó el metro desde Gruta de Lourdes hasta llegar al Paseo Ahumada. Su destino, era el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Intentó conseguir una reunión con la subsecretaria, pero ese día no estaba. Pero una mujer la escuchó y mandó un correo al MIM solicitando la oportunidad de enviar el material de nuevo para ir a la Expo Osaka. Rafaela volvió a casa, llamó inmediatamente de nuevo y nada.
Media hora después, llegó un correo a su bandeja de entrada. Era del MIM.


Con uniforme del Liceo 1 a Osaka
La institución lamentó lo ocurrido y aceptó recibir la postulación que Rafaela había enviado a tiempo, pero que no se había cargado por los problemas de la plataforma. Tuvo una entrevista de postulación y en poco tiempo, le avisaron que había sido seleccionada. La única seleccionada de un establecimiento de la educación pública de Chile.
Las semanas que vinieron después, se realizaron cinco encuentros para que la delegación pudiera conocerse antes de la Expo Osaka. «La primera fue un cocktail donde nos conocimos y nos contaron de qué se iba a tratar todo. La segunda, vino una persona de ProChile que es japonesa y nos enseñó costumbres japonesas. Cómo usar los palillos, no pasarse la comida con ellos, no enterrar la comida, hacer reverencia, saludar en japonés, todo eso. Fue muy entretenido», dice Rafaela.
Conocer a sus compañeros de viaje también le dio una perspectiva de lo que significaba que ella fuese la única estudiante de un liceo en poder ir a este viaje. «Estoy segura de que si más estudiantes de la educación pública hubieran postulado, sí habrían quedado. El Liceo 1 te enseña a ser una persona para participar en estas instancias. Siento incluso, que hay mucha gente más capacitada que yo para hacerlo. Es bonito que sea yo. Solo me entristece que yo sea la única», reflexiona.
Ahora busca una representatividad para la educación pública. Decidió llevar su uniforme para usarlo en las actividades donde vean a las autoridades y para pasear por Osaka también. «El mensaje que yo quiero dar es que la educación pública está presente».



Van a estar en la Expo Osaka desde el 18 hasta el 26 de julio. «El primer día será de descanso, porque vamos a estar recién llegados. En la noche iremos al barrio gastronómico de Osaka. Al día siguiente iremos al pabellón de Chile donde nos van a presentar y podremos recorrer la exposición como embajadores de Chile. Visitaremos el MIM de Osaka y también veremos a estudiantes de la ciudad en un intercambio gastronómico», cuenta.
«Ellos nos cocinarán bentō y nosotros les vamos a hacer completos», continúa. «Conoceremos al embajador, nos hará la ceremonia del té. Iremos a un persa japonés donde quiero comprarme un kimono. También iremos de shopping. Luego iremos a la Quinta Normal de Osaka, un parque lleno de flores. Y también iremos al Castillo de Osaka. El último día presentaremos nuestra bitácora de todo lo vivido y el juego de mesa que creamos», dice.
Rafaela relata todo el cronograma con exactitud. Se lo sabe de memoria, pues las ganas y el entusiasmo están vibrantes en su mente y corazón. Cuando se le pregunta qué siente antes de abordar el avión, dice:
«Me veo ahí llorando porque me habían rechazado y ahora, me voy de viaje. Es algo que voy a recordar toda la vida. Pero también, siento que esta experiencia será una de las miles que voy a hacer. Esto es solo el principio«. Luego, mira hacia la ventana y piensa en Michelle Bachelet. Ella también quiere hacer una carrera política como la de la insigne liceana que se convirtió en la primera mujer Presidenta de nuestro país.
